miércoles, 10 de octubre de 2012

EL LINCE IBÉRICO



El lince ibérico es un felino de tamaño superior a un gato montés, con unas patas largas y adaptadas para el salto y caza del conejo su principal alimento. El lince cuenta con una característica cola corta, de tan solo 8 a 15 cm  y sus orejas grandes y erguidas, también muy identificativas de la especie, aparecen dotadas de unos característicos pinceles de pelo negro. La cara está rodeada por pelos muy largos, formado unas grandes patillas terminadas en punta, que se desarrollan más con la edad del individuos.




  Los jóvenes de pocas semanas carecen de patillas y casi de pinceles y en los individuos de un año ya aparecen las patillas, aunque cortas, que apenas cuelgan por debajo de la barbilla. Los machos tienen las patillas más largas que las hembras.






El lince es una especie marcadamente predadora, la que localiza a sus presas mediante la vista y el oído. Sus técnicas de caza son la espera y el rececho, siendo ésta última la más frecuente. El rececho consta de varias fases, que se pueden dividir en aproximación o rececho en sentido estricto, acecho y salto sobre las presas. La aproximación se realiza de un modo muy cauteloso, pero rápido, sin perder de vista a la presa y aprovechando la cobertura vegetal con la que intenta ocultarse mientras se aproxima a la presa. Cuando la aproximación es suficiente surge un rápido ataque a la víctima, con saltos de hasta cinco metros, que en caso de fallar puede prolongar la persecución en un corta carrera rápida, que abandona caso de no dar alcance a la presa.




El lince es un animal de actividad fundamentalmente crepuscular y nocturna, aun cuando durante el invierno aumentan sus hábitos diurnos. Suele ser un animal que vive en solitario, excepto en las épocas de cría y celo. No suelen compartir el alimento tras la dispersión de las crías de la hembra. El macho no coopera tampoco en la cría de los recién nacido, desentendiéndose de la hembra tras el celo.




El área de campeo del lince, se ha estimado en Doñana en torno a los 10,3 kilómetros cuadrados para los machos y los 8,7 para las hembras. Tras la dispersión juvenil los jóvenes se establecen en una zona de 11 Km. de promedio del área natural donde nacieron, aun cuando se han constatado dispersiones de varios cientos de kilómetros.



   
La principal presa del lince es el conejo, aunque también puede dar muerte a cervatillos, liebres, roedores e incluso aves como la perdiz y las anátidas. Porcentualmente el conejo representa entre el 70 y el 95 % de la biomasa del lince, seguido de los cérvidos (un 15 % aproximadamente) y aves. Cifras que van a depender de la época del año y de las disponibilidades de alimento.



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